
En la era digital, donde la comodidad bancaria online se entrelaza con las sombras del cibercrimen organizado, una amenaza insidiosa se ha perfeccionado hasta mimetizarse con la voz de la confianza: la estafa de «la llamada del banco«.
La realidad es que los delincuentes informáticos, maestros del engaño, han elevado el arte de la suplantación de identidad a nuevas cotas, apuntando directamente a la joya de la corona de sus víctimas: sus datos personales y bancarios.
Desde el clásico phishing hasta técnicas más elaboradas, la suplantación de compañías, entidades financieras e incluso autoridades se ha convertido en un arma predilecta.
Y dentro de este arsenal de engaños, la estafa de «la llamada del banco» destaca por su escalofriante realismo, diseñado para bajar las defensas incluso del usuario más precavido.
El engaño en directo: Así funciona la estafa bancaria
Lamentablemente, esta nueva modalidad delictiva comparte ecos con el infame «timo del CEO», una variante de phishing donde la identidad de una figura de autoridad empresarial se utiliza para manipular a empleados con acceso a fondos.
En caso de la «llamada del banco«, el estafador se disfraza de un empleado de tu propia entidad bancaria, tejiendo una narrativa convincente para despojarte de tu seguridad digital y, en última instancia, de tu dinero.
¿Cómo sería el modus operandi? Comienza con una llamada telefónica inesperada. Al otro lado de la línea, una voz con tono profesional y conocedor te informa sobre un supuesto problema crítico con tus cuentas.
Como sabrán, la urgencia se convierte en su principal aliado, sembrando la alarma para nublar tu juicio. De hecho, la pieza clave de este engaño es la solicitud de instalar un software de acceso remoto como Anydesk.
Bajo la falsa promesa de solucionar el problema técnico en tiempo real, el estafador te guía para descargar e instalar esta herramienta.
Luego de instalada, te solicitará códigos y credenciales, argumentando la necesidad de «visualizar» el error, pero en realidad te está abriendo la puerta trasera a tu dispositivo móvil u ordenador.
Pues bien, con el control remoto en sus manos, estos delincuentes tienen acceso libre a tu información personal, contraseñas bancarias, números de tarjetas y cualquier otro dato sensible almacenado en tu dispositivo.
¿El resultado? Devastador: cuentas vaciadas, identidades robadas y una sensación de vulnerabilidad que perdura mucho después de la llamada.
Alerta roja: Ningún banco legítimo opera así
Lo que el usuario bancario debe saber, es que ningún banco te contactará jamás por teléfono para solicitar la instalación de software de acceso remoto ni para pedirte que compartas contraseñas o códigos de seguridad por esta vía.
La realidad es que esta es una bandera roja gigante, una señal inequívoca de que estás siendo víctima de un intento de estafa.
¿Qué hacer si recibes una «llamada del banco» sospechosa?
Lo primero que tienen que hacer es colgar, no seguir las instrucciones del interlocutor, por muy convincente que parezca.
De hecho, verifica por canales oficiales llamando directamente al número de teléfono de tu sucursal habitual o al número de atención al cliente que aparece en la página web oficial de tu banco.
Por otro lado, mantén la calma, ya que los estafadores buscan generar pánico para que actúes sin pensar. Respira hondo y aplica el sentido común.
Recuerda, la urgencia es la herramienta predilecta del estafador, por ende, lo mejor será desconfiar de cualquier llamada que te presione a actuar rápidamente sin darte tiempo para verificar la información.
Tu banco ya tiene tus datos; nunca te los pedirán por teléfono de esta manera. La prevención es la mejor defensa contra estas llamadas fantasma que buscan despojarte de tu tranquilidad y tu patrimonio.
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(S.M.C)