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Recientemente se conoció la noticia de que la última generación de tarjetas gráficas NVIDIA RTX 50 que llegó al mercado prometiendo potencia y rendimiento sin precedentes, padece problemas.
Al parecer, un inconveniente inesperado estaría afectando a los modelos de GIGABYTE generando preocupación entre los usuarios.
¿De quién estamos hablando? De la masilla térmica utilizada para componentes frigoríficos críticos, la cual se estaría derritiendo y goteando, especialmente cuando la GPU se instala en vertical.
Vale mencionar que la gestión térmica siempre fue un desafío para los fabricantes, más aún con el aumento constante del consumo energético de las GPU, que ahora oscila entre los 300W y los 600W en la gama media-alta y premium.
Encontrar un equilibrio entre una refrigeración eficiente y unos costes de producción competitivos ha llevado a soluciones que, en algunos casos, están mostrando sus limitaciones.
Ahora, en el caso de GIGABYTE y sus RTX 50, la elección de una masilla térmica en lugar de los tradicionales pads térmicos en ciertos modelos de gama baja y media parece ser la raíz del problema.
Si bien este producto puede ofrecer una mejor tolerancia a las irregularidades entre los componentes y el disipador, su comportamiento a altas temperaturas está dejando mucho que desear.
Masilla derretida daña tarjetas gráficas
La situación es preocupante. De hecho, los últimos informes indican que miles de usuarios que han instalado sus RTX 50 de GIGABYTE en vertical, estarían experimentando cómo la masilla térmica se licúa tras horas de juego intenso, comenzando a gotear por el PCB e incluso fuera de la tarjeta.
Como sabrán, este fenómeno no solo es un indicio de temperaturas excesivas en puntos críticos como la VDDC, VRM y las memorias (donde los «hot spots» pueden superar los 100ºC), sino que también plantea serias dudas sobre la durabilidad y el rendimiento a largo plazo de estas tarjetas.
Por lo pronto, una masilla térmica licuada pierde su capacidad de transferir eficientemente el calor, lo que conlleva en un aumento aún mayor de las temperaturas e incluso en fallos de hardware.
El ahorro de costes, ¿un arma de doble filo?
La industria de las tarjetas gráficas opera con márgenes de beneficio muy ajustados, lo que obliga a miles de fabricantes a optimizar costos en cada etapa del proceso.
Es más, la elección de componentes térmicos es un punto clave en esta ecuación. Mientras que los pads térmicos de alta calidad y grosor adecuados aseguran una buena transferencia de calor, su implementación requiere una mayor precisión en la fabricación del PCB y el disipador, lo que inevitablemente eleva los costos.
Ahora, la apuesta de GIGABYTE por la masilla térmica en ciertos modelos podría interpretarse como una medida para reducir costes y simplificar el montaje.
No obstante ello, los problemas de derretimiento y goteo sugieren que la calidad o la cantidad de masilla utilizada no son las adecuadas para las exigencias térmicas de estas GPU, más que nada en configuraciones verticales donde la gravedad juega en contra.
Más allá de la masilla: otros problemas en la mira
El problema de la masilla térmica derretida no es el único foco de preocupación para los usuarios de las RTX 50 de GIGABYTE.
Algunos informes también mencionan pantallas LCD mal rematadas y ruidos extraños en los ventiladores, lo que podría indicar problemas de control de calidad en la fabricación.
¿Qué hacer si tu RTX 50 de GIGABYTE está «sudando»?
Si eres uno de los usuarios afectados por este problema, lo más recomendable es evitar la instalación vertical de tu tarjeta gráfica.
Aunque esto no soluciona la raíz del problema, puede prevenir que la masilla derretida gotee y cause daños a otros componentes.
Además de ello, es crucial contactar con el soporte técnico de GIGABYTE para informar del problema y buscar una solución.
Lo cierto es que la marca debería tomar cartas en el asunto y ofrecer una respuesta a sus clientes, ya sea revisando los diseños, mejorando los materiales térmicos o incluso ofreciendo reemplazos en los casos más graves.
En conclusión, el problema de la masilla térmica en las RTX 50 de GIGABYTE pone de manifiesto los desafíos que enfrentan los fabricantes para ofrecer productos de alto rendimiento a precios competitivos.
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(S.M.C)